Inciden en que “se ha de contar con la participación de las empresas en la identificación de las carencias tecnológicas y de infraestructuras a las que se enfrentan en sus procesos de digitalización, para diseñar acciones que permitan al tejido empresarial, especialmente a las pymes, adaptarse al cambio tecnológico y a los nuevos modelos de negocio, formas de trabajo y canales de distribución vinculados a la digitalización de la sociedad”.
Consideramos que la creación de mesas de trabajo en la que todas las partes afectadas y bajo la coordinación de la Consellería do Mar trabajen en favor de objetivos comunes sería un instrumento de utilidad, siempre y cuando participen todas las partes implicadas y así se lo hemos propuesto al conselleiro. En estas mesas debemos estar todos y por supuesto las cofradías, a las que consideramos parte esencial en la búsqueda de soluciones para recuperar los niveles de producción. En definitiva, se trata de una propuesta de cooperación y de aunar esfuerzos en torno a un objetivo común.
Las pymes están sometidas a retos de manera constante que requieren de adaptación en materia normativa y esto incluye también el ámbito de la sostenibilidad. Un aspecto positivo de ser de las primeras pymes en familiarizarse con los criterios ASG es que podrán dar cumplimiento a los requerimientos, pero también adquirir un posicionamiento de liderazgo respecto a otras.
Desde la CEG señalan que “el nuevo suelo industrial en Santiago tardará un tiempo amplio, pero no será suficiente para cubrir la demanda. Se hace preciso apelar a la colaboración de todas las administraciones implicadas para garantizar el futuro de una de las áreas empresariales compostelanas más pujantes y en la que tanto la elevada demanda inscrita en los últimos años como la evolución de las adjudicaciones hacen necesaria la ampliación de la oferta de suelo industrial”.
Tanto desde la Xunta de Galicia como desde la CEG reivindican la bajada del IVA del pescado y se alían para lanzar campañas de promoción para incentivar el consumo.