Vieites dice que “la falta de progreso en la formalización del estatuto en esta cumbre debilita los esfuerzos de integración económica en la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal. Las empresas gallegas, que ya enfrentan desafíos derivados de la burocracia transfronteriza, habrían visto una ventaja en la simplificación y armonización de las normativas que afectan a estos trabajadores".