La CEG afirma que “Europa necesita un presupuesto capaz de multiplicar inversión, no solo de repartirla, y más capacidad para atraer capital hacia proyectos estratégicos, sin aumentar la presión fiscal sobre las empresas”
La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) ha celebrado una jornada sobre el nuevo Marco Financiero Plurianual 2028–2034, organizada en colaboración con la Oficina de Representación de la Comisión Europea en España y que ha contado con la participación del director xeral de Cohesión e Fondos Europeos de la Consellería de Facenda e Administración Pública de la Xunta de Galicia, Ángel Tarrío.
Desde la CEG afirman que siguen con mucha atención las negociaciones. “La propuesta inicial de la Comisión generó inquietudes comprensibles: la creación de los Planes de Colaboración Nacionales y Regionales, el riesgo de recentralización, el modelo basado exclusivamente en resultados, o la reducción relativa de fondos para Cohesión, PAC y Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) en un contexto de nuevas exigencias para el sector productivo. Galicia conoce bien el valor transformador de los fondos europeos. Por eso siempre hemos defendido una gobernanza equilibrada, donde las regiones tengan voz real y donde las empresas puedan acceder a los recursos con claridad, simplificación y seguridad jurídica”.
En las últimas semanas, ha habido un cambio significativo del clima de las negociaciones en Bruselas. Los principales grupos del Parlamento Europeo reclamaron una revisión profunda del modelo propuesto por la Comisión, y la presidenta von der Leyen ha respondido abriendo la puerta a reforzar de forma sustancial el papel de las regiones.
En este sentido, explican que ha introducido conceptos nuevos que pueden marcar la diferencia, ya que, además, se reconoce la necesidad de un acuerdo “a tiempo”, pero también que integre las preocupaciones de los territorios, del sector productivo y de los estados miembros que ven insuficiente el tamaño del presupuesto:
• La posibilidad de un regional check para garantizar la participación real de las autoridades regionales
• El compromiso de mantener reglas claras e identidad propia para la PAC
• Salvaguardias para asegurar continuidad de inversiones en regiones más desarrolladas y en transición
• O la incorporación de un objetivo específico para las zonas rurales
El presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, subraya que “hay un debate de fondo que no podemos ignorar: el tamaño del presupuesto europeo y la capacidad real para financiar las nuevas prioridades. La propuesta del MFP, descontadas las obligaciones de reembolso del “Next Generation EU”, se sitúa en torno al 1,15 % de la Renta Nacional Bruta europea, muy lejos de las necesidades identificadas para impulsar competitividad, transición energética o innovación tecnológica. Europa necesita un presupuesto capaz de multiplicar inversión, no solo de repartirla. Necesita más instrumentos financieros, más colaboración público-privada y más capacidad para atraer capital hacia proyectos estratégicos. Y necesita hacerlo sin aumentar la presión fiscal sobre las empresas”.
Por ello, insiste en que “este debate afecta directamente a Galicia. Al sector industrial, a nuestras pymes, a la pesca, a la industria agroalimentaria, a la transición energética y a las infraestructuras necesarias para sostener un modelo productivo competitivo. Por eso es tan importante que el tejido empresarial participe, dé su visión y haga llegar sus prioridades”.
El presidente de la Comisión de Competitividad y Fondos de la UE de la CEG, Jorge Cebreiros, ha destacado que: “la idea de trasladar al nuevo Marco Financiero Plurianual un modelo de financiación basado exclusivamente en resultados genera una preocupación muy evidente entre nuestras empresas. El sistema que se ha utilizado como referencia —el del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) — es, a día de hoy, un instrumento aún en ejecución, cuya evaluación completa no estará disponible hasta 2026. Resulta difícil justificar que un mecanismo temporal, concebido para una situación de emergencia y con plazos extraordinariamente rígidos, pueda convertirse en el patrón para la gestión ordinaria del futuro presupuesto y de los fondos a él vinculados”.
Por otro lado, llama también la atención sobre la propuesta planteada por la Comisión Europea en relación con los nuevos recursos como el Recurso Corporativo para Europa (CORE por sus siglas en inglés: Corporate Resource for Europe) que supondría “una carga fiscal adicional para el tejido empresarial europeo y una forma de recentralización presupuestaria”. Cebreiros afirma que “Europa no puede reforzar su competitividad aumentando la presión fiscal sobre empresas que ya operan con costes elevados y con un entorno regulatorio rígido y exigente. Más impuestos no harán a Europa más competitiva. Lo que necesitamos es más inversión, más productividad, más innovación y mejores condiciones para que las empresas crezcan”.
Por su parte, el consejero económico de la Representación de la Comisión Europea en España, Eduardo Gómez, quiso poner en relieve que “con la nueva propuesta de presupuesto, queremos dar respuesta a las nuevas prioridades a las que nos enfrentamos, de forma flexible y eficiente, sin perder de vista las realidades de cada una de nuestras regiones. Esta flexibilidad permitirá a cada territorio responder a las posibles crisis que puedan surgir, y dirigir los esfuerzos allá donde más se necesite. En definitiva, queremos dotar de flexibilidad y simplificación a los próximos presupuestos, para que estén más dirigidos a las prioridades europeas y que cada euro gastado tenga impacto”.
Destacan que este encuentro, precisamente, es una oportunidad para ello. “Para comprender dónde está realmente la negociación, qué cambios se están discutiendo y qué podemos esperar en los próximos meses. Y, sobre todo, para trasladar a las instituciones europeas y a nuestra Administración autonómica una visión constructiva que represente las necesidades reales de nuestras empresas”.