“Es necesaria una apuesta urgente por la reindustrialización de Galicia, modernizando la industria existente y apostando por la promoción de nuevas explotaciones a través de proyectos estratégicos y tractores, que permitan abordar todo el ciclo productivo, y en todo caso sin renunciar a liderar aquellas fases de mayor valor añadido. Me refiero a nuevas industrias sostenibles, competitivas, generadoras de empleo de calidad, que refuercen la capacidad industrial de nuestra comunidad autonóma como factor fundamental de tracción de la economía y generación de riqueza”. Así se lo trasladó esta mañana el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Juan Manuel Vieites, al presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, continuando con su ronda de visitas institucionales desde que llegara al cargo el pasado día 21 de enero y acompañado, en esta ocasión, por Antonio Fontenla, presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC).
Y es que según el presidente de la patronal gallega “debemos contar con una planificación estratégica que aborde el desarrollo industrial y los retos de la descarbonización, digitalización, envejecimiento activo, incremento de la productividad, reindustrialización y coyunturalmente afrontar la pandemia y sus efectos”.
Sectores estratégicos
Además de poner el foco en esta necesidad imperiosa -con la que coincide totalmente González Formoso-, Juan Manuel Vieites quiso aprovechar el encuentro para trasladarle su preocupación por la evolución de distintos sectores estratégicos para la economía gallega y pedirle su apoyo.
En este sentido, se refirió a la importancia del sector naval, como área estratégica para Galicia, cuyo futuro pasa por la innovación (astillero 4.0) y la diversificación industrial, jugando un papel esencial en ese futuro la industria auxiliar, tanto en el ámbito de los nuevos intereses, centrados entre otros, en la eólica marina, como en la construcción naval propiamente dicha.
Por lo que respecta a la minería, el potencial gallego en este ámbito debe ser puesto en valor y promover el aprovechamiento de los recursos con criterios de sostenibilidad y conservación del medio. Y es que según el presidente de la organización empresarial gallega la preservación del medio y las debidas garantías que la normativa aplicable establece no deben ser un escollo insalvable para la dinamización y aprovechamiento de nuevas explotaciones, sino como condiciones a tener en cuenta en el diseño y desarrollo de proyectos.
En otro orden de cosas, el sector agroganadero y forestal necesita un plan de desarrollo que contribuya a un mayor y mejor aprovechamiento de su capacidad productiva y de generación de valor. Para ello, la CEG propone la inversión en un plan de desarrollo para el campo que ponga en valor el potencial de Galicia, promoviendo la profesionalización y dimensionamiento de las explotaciones y que apueste por producciones sostenibles y de calidad y por el establecimiento de industrias transformadoras, vinculadas a un modelo de innovación constante que acerque cada vez mayor valor añadido a los productos y materias primas de Galicia. Esto redundaría en la revitalización del rural, la atracción de población, la generación de riqueza y la disminución de incendios forestales.
Por su parte el sector pesquero necesita de una protección especial, teniendo en cuenta la reducción de la flota durante los últimos años o el impacto del Brexit, entre otros factores. La defensa de los intereses de la flota ante la Unión Europea debe contar con el apoyo decidido de las diferentes administraciones. Además es preciso que se intensifiquen los trabajos para el seguimiento y desarrollo del Acuerdo del Brexit.
También el comercio necesita apoyo para su modernización y especialización. Según Juan Manuel Vieites “el sector debe asumir el reto de su digitalización y salida al mercado global, a través del comercio electrónico, poniendo en valor la competitividad y calidad de nuestros productos”.
El presidente de la CEG también puso sobre la mesa la necesidad de apoyo al sector de la hostelería, restauración y alojamiento, y otros servicios relacionados con el turismo, que se vieron abocados al cierre y a la paralización por culpa de la pandemia y que demandan ayuda para evitar el cierre definitivo de sus establecimientos. Así, esas ayudas deben ser de carácter estable y que duren el tiempo que se prolongue la crisis.
En este punto, y especialmente, Galicia tiene que poner en valor sus recursos naturales y culturales, especialmente de cara a este Año Santo, que se prolongará hasta el 2022, apostando por la potenciación de las zonas por las que discurren los diferentes caminos de Santiago.
Fondos Europeos
La Unión Europea aprobó en un plazo de apenas cuatro meses la puesta a disposición de los Estados miembros el mayor volumen de recursos de su historia; alrededor de 2 billones de euros entre el Marco Financiero Plurianual para 2021-2027 y el Plan Europeo de Recuperación.
Así es que la comunidad autónoma gallega debe defender que se tengan en cuenta sus particularidades y necesidades específicas, aplicando para ello el principio de cooperación. Para la CEG, los interlocutores económicos y sociales deben ser llamados a participar durante todo el proceso que acompaña a cada fondo, desde su planificación inicial hasta el seguimiento de su ejecución, Así es que la patronal gallega está a disposición para participar y acercar las necesidades que las empresas transmitan en relación con los fondos de los que la comunidad sea destinataria.
El presidente de la Diputación de A Coruña recogió el guante e incidió en que efectivamente “es necesario aprovechar el gran potencial de Galicia en sectores estratégicos como el forestal, pesquero o la construcción naval”, así como “la oportunidad histórica que supondrán los fondos europeos de recuperación para el futuro de la comunidad gallega”.
Competitividad e inversión
En otro orden de cosas, la patronal gallega apuesta por un modelo que reduzca y simplifique la fiscalidad, tanto en número de tributos como en presión, y tanto a ciudadanos como a empresas. Esto redundará en un mayor margen para la inversión y el consumo que a medio plazo generará mayor riqueza y por tanto un incremento de recaudación. También en esta línea, se debería apostar por la eliminación de aquellas medidas fiscales que disuadan a particulares y empresas de realizar inversiones productivas.
Si a la aplicación de medidas fiscales se añade la actuación a favor de la agilización efectiva de la administración, objetivo que debe estar por encima de cualquier otro -según el presidente de la patronal gallega-, se conseguirá el doble reto de que las empresas gallegas sean competitivas, así como la atracción de inversiones para Galicia.
Por último, Juan Manuel Vieites incidió en la necesidad de que para conseguir los objetivos propuestos todas las administraciones deben trabajar de forma coordinada y cohesionada.