Uno de los objetivos de impulsar la igualdad e implantar medidas de conciliación en las empresas (bien con un plan de Igualdad bien con medidas alternativas), es que las personas trabajadoras puedan encontrar un buen equilibrio entre su vida profesional y personal, lo que se redundará en plantillas más motivadas y productivas.
A nivel individual se traducirá en menos estrés, mejor salud mental, y, por tanto, una mejor calidad de vida.
Las empresas pueden facilitar medidas, pero no pueden hacerlo todo.
Son las personas trabajadoras las que conocen sus necesidades y sus circunstancias personales concretas.
Para lograr el equilibrio, es importante tener claro que significa, su importancia, e que cada persona teña en conta determinadas premisas a nivel individual.
¿En qué punto está el equilibrio?
En España (según el índice para una vida mejor creado por la OCDE), los/as trabajadores/as dedicamos, de media, casi 16 horas diarias al cuidado personal (comer, dormir y ocio).
Pero no hay medidas exactas. Esto no es “repostería”. No es tan sencillo como dividir al 50%.
La proporción ideal para lograr un buen equilibrio depende de cada persona, y de otros factores (y no siempre los mismos): la profesión, el nivel de exigencia del puesto, el compromiso emocional que conlleve, los horarios, el sistema de valores sociales y organizativos…
Descarga el artículo y léelo completo.