La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) plantea basar la mejora de la recaudación tributaria en el incremento de las bases imponibles –fomentando el crecimiento económico, que es la verdadera palanca del empleo-y en la lucha contra el fraude fiscal, para conseguir establecer un nuevo sistema tributario español que resulte eficiente, neutral y competitivo.
El esfuerzo que en los últimos meses han hecho las distintas administraciones a fin de aminorar los efectos de la crisis provocada por la pandemia ha sido ímprobo, originando como consecuencia un importante incremento de la deuda pública. Aun siendo conscientes de la necesidad de revertir esa situación, no compartimos como solución las modificaciones impositivas que han acompañado los Presupuestos Generales del Estado para 2021, ni tampoco los de 2022 y que implican una subida considerable de la presión fiscal que se ejercerá sobre los contribuyentes en general y especialmente sobre las empresas que asumirán tres de cada cuatro euros recaudados en base a dichas modificaciones.
Más bien, ante la coyuntura actual, consideramos mucho más efectivo reducir la presión fiscal, tal y como han hecho países de nuestro entorno, facilitando de esta forma la regeneración de la actividad económica y preservando la capacidad de recuperación e inversión de las empresas, teniendo en cuenta que en este momento aun estamos lejos de recuperar los indicadores anteriores a la pandemia.
La reforma fiscal que necesitamos, debe articular un modelo que implique bajadas en los impuestos sobre la renta, incentivos para atraer inversión y talento o la armonización al alza de determinados impuestos como el de Patrimonio.
Consideramos que se hace necesario, máxime en estos momentos, actuar en un sistema fiscal mucho más simplificado, modificando e incluso eliminando del sistema tributario español alguno de los impuestos que afectan directamente a la continuidad de muchas empresas, especialmente las empresas familiares, como son el Impuesto de Patrimonio o el de Sucesiones y Donaciones.
Necesitamos ganar competitividad fiscal; en este momento España está un 12,8% por encima de la media de la Unión Europea en términos de presión fiscal normativa.
Galicia: un marco fiscal claro y competitivo
El escenario actual en el que las empresas gallegas actúan debería ser lo suficientemente atractivo para captar inversiones productivas.
Para ello, Galicia debe optimizar las posibilidades que el marco estatal ofrezca para minorar la presión fiscal sobre el tejido empresarial; contar con un marco fiscal claro y transparente que ofrezca a las empresas seguridad jurídica y evitar situaciones que pongan en riesgo la viabilidad e incluso la supervivencia de las empresas establecidas.