Uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta la Unión Europea es el derecho a la libre circulación de sus ciudadanos. Este derecho se ha visto afectado por las medidas que han venido adoptando muchos de los Estados miembros con el objetivo de frenar la propagación de la COVID-19, medidas que en muchas ocasiones suponen restringir el acceso a un determinado Estado o bien imponen la obligación de cumplir periodos de cuarentena o someterse a determinadas pruebas para la detección del virus.
En este sentido y siempre respetando el principio de subsidiariedad que rige las decisiones que se adoptan dentro de la UE, la Comisión Europea ha propuesto al Consejo la necesidad de que elabore una Recomendación para garantizar que todas la medidas que adopten los Estados miembros y que afecten a la libre circulación se coordinen y comuniquen a escala de la UE. En concreto a través de esta propuesta la Comisión resalta cuatro áreas en las que los Estados miembros deben reforzar su colaboración:
1.- Principios generales, criterios y umbrales comunes que deberían considerar los Estados miembros a la hora de decidir si se introducen restricciones a la libre circulación, restricciones que se entiende deben ser eliminadas tan pronto como las situación epidemiológica lo permita.
2.- El desarrollo de un mapa que publicaría el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) basado en criterios comunes utilizando un código de colores acordado y que se actualizaría semanalmente.
3.- La elaboración de un marco común para definir las medidas aplicables a viajeros procedentes de zonas de alto riesgo, evitando denegar la entrada a quienes provengan de otro Estado miembro.
4.- El diseño de un sistema que permita ofrecer información clara y oportuna al público sobre cualquier restricción a la libre circulación y que se publicará a través de la plataforma web Re-open UE puesta en marcha en junio, con el objetivo de facilitar información actualizada sobre las fronteras, los medios de transporte disponibles, las restricciones de viaje y las medidas de salud pública y de seguridad vigentes en cada Estado miembro.
Los Estados miembros han adoptado medidas de diferente naturaleza, que afectan a las personas provenientes de España: así por ejemplo Irlanda pide restringir los movimientos durante 14 días mientras que Italia exige presentar una prueba de hisopo con resultado negativo realizada 72 horas antes de la entrada en el país. En consecuencia, es imprescindible informarse antes de cualquier viaje o desplazamiento transnacional de las restricciones existentes o de las medidas que sea necesario observar
En este momento, tanto Francia como Portugal permiten la entrada a su territorio de ciudadanos precedentes de cualquier país de la UE incluido España sin restricciones de ningún tipo.
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