Está fuera de toda duda que la gran prioridad es controlar el virus y frenar la expansión de la pandemia. La salud de los ciudadanos está por encima de todo.
Pero en paralelo, debemos preservar aquella actividad que, compatible con las indicaciones de las autoridades, permita la plena reactivación económica cuando se den las circunstancias. Debemos mantener el empleo y eso se traduce en la necesidad de liquidez.
ESCENARIO DE CRISIS
Nos encontramos en un escenario de extraordinaria dificultad que permanecerá hasta que, superada la peor fase de la crisis sanitaria, iniciemos el regreso hacia la normalidad. Sin embargo, el contexto que nos vayamos a encontrar será, probablemente, muy distinto del que dejamos hace unas pocas semanas. Nos esperan cambios profundos e inmediatos a los que necesitamos anticiparnos para garantizar no sólo la reconstrucción de los estragos, sino que, también, la convivencia en democracia y la preservación de nuestro modelo económico.
Claramente las recetas que apliquemos en Galicia para reactivar la economía y nuestro tejido productivo deben ir acompañadas de otras más amplias a nivel nacional y europeo. Esta no es una crisis autonómica ni nacional, sino global.
MEDIDAS ECONÓMICAS
- Necesitamos rebajas fiscales por parte del Estado, de la comunidad autónoma y de los ayuntamientos.
- Es el momento de poner en marcha inversiones públicas que estaban paralizadas para poder mantener el déficit.
- También debe haber ayudas a la contratación y liquidez para aquellas empresas que en situación normal detenten una actividad totalmente solvente.
- La financiación debe ser barata y con plazos adecuados para mantener el tejido productivo.
- Además, como fuente de financiación, la colaboración público-privada es imprescindible en las circunstancias actuales.
- La pandemia ha evidenciado los riesgos que asumimos al concentrar geográficamente la fabricación de bienes, así que es el momento de reindustrializar Galicia, de producir en casa; aprovechar ciertas potencialidades como la producción de alimentos o la madera y completar aquí el proceso productivo.
- Además, en Galicia tenemos el año próximo una oportunidad única para revitalizar la economía, el Xacobeo. Debemos usarlo como motor de recuperación tras la crisis. Se debe trabajar en un plan de formación turística, con ayudas directas, formación y productos especializados buscando una reactivación del consumo cultural y turístico tras la pandemia.
- Por supuesto la inversión en formación resulta imprescindible para la puesta en marcha de la economía y para fomentar la empleabilidad de las personas trabajadoras. Hemos de tener en cuenta las nuevas profesiones que se están gestando ya para adaptarnos desde el punto de vista formativo.
- Asimismo apostar por el I+D+i. Más que nunca se deben poner en marcha medidas específicas de apoyo a la transferencia de tecnología e impulso a la competitividad industrial desde el fomento de la innovación, creando empleo para la innovación y ayudando a generar cultura innovadora.
A NIVEL NACIONAL
Además, y a nivel estrictamente nacional:
- Antes de nada, y para avanzar en la línea conveniente, debería abrirse de inmediato un diálogo sincero entre los principales partidos, en la búsqueda de acuerdos amplios y acordes con la extrema gravedad del momento.
- Deben hacerse todos los esfuerzos para que los costes del desastre sean soportados de manera ecuánime entre unos y otros. La crisis constituye una oportunidad para que las grandes corporaciones lideren la recuperación económica, y sin desatender su función esencial de generar beneficios, orienten su acción hacia empleados, proveedores y sociedad en general.
- En cualquier caso, actividades tan fundamentales para nuestra economía como turismo y restauración vivirán un año desastroso, por lo que deberán ser objeto de planes específicos de apoyo, así como de recolocación temporal de sus empleados.
- Igualmente es necesario agilizar y dimensionar nuestro sistema sanitario, que deberá disponer de recursos estratégicos, equipamiento y recursos humanos, para enfrentarse a esporádicos aumentos de demanda como el que venimos padeciendo.
A NIVEL INTERNACIONAL
Finalmente, los países de la Unión Europea deben gestionar la crisis de forma conjunta; una oportunidad única para que el proyecto europeo salga reforzado.