Boletín EURES nº 33

4 | ACTUALIDAD La Comisión Europea publicó en diciembre un informe sobre el mercado laboral y la evolución salarial en Europa en el que se analizan los datos relativos al año 2023, año que se cerró con la tasa de desempleo en mínimos históricos tanto en la eurozona (6,4%) como en el conjunto de la Unión Europea (5,9%), en Portugal (6,5%) y en España (12,2%) El informe se organiza en tres grandes áreas temáticas de las que se extraen importantes conclusiones: 1.- Condiciones generales del mercado laboral en la UE y en sus Estados miembros: Atendiendo a la evolución de la tasa de desempleo en la UE como indicador de la situación del mercado laboral, se observa estabilidad pues esta tasa se ha mantenido más o menos constante en torno al 6% desde mayo de 2022. Sin embargo, algunos síntomas de enfriamiento se están haciendo patentes como la disminución en la tasa de empleos vacantes y en el número de empresas que se enfrentan a escasez de mano de obra a incorporar en su actividad, se señala a la baja o insuficiente demanda como el principal motivo por el que las empresas no expanden su producción. Mirando al futuro, las previsiones de otoño de la Comisión Europea sugieren que el empleo seguirá creciendo, aunque más lentamente, y que la tasa de desempleo se mantendrá en niveles históricamente bajos, es decir, se puede interpretar que la demanda de mano de obra será fuerte pero la oferta disponible será insuficiente para cubrir todos los puestos vacantes. La baja productividad señalada en el informe afecta directamente a la competitividad de las empresas llevándolas a recortar costes en lugar de invertir, por ejemplo, en innovación. La persistencia de carencias que permitan encontrar personal cualificado con habilidades adecuadas se señala como un factor que puede retrasar la adopción de nuevas tecnologías aumentando los costes, reduciendo la demanda laboral y dificultando la reasignación de fuerza laboral hacia sectores de mayor productividad. La solución indicada pasa por fomentar el crecimiento de la productividad, invertir en investigación y desarrollo, tecnologías digitales y eficientes y reformar los sistemas educativos y de formación, a fin de ajustar las habilidades a las necesidades del mercado. Crucial será también aumentar la adaptabilidad de las personas trabajadoras y atraer talento de terceros países. 2.- Evolución salarial y de costes laborales en la UE y en sus Estados miembros Los salarios reales se han recuperado desde el tercer trimestre de 2023, sin embargo, los efectos sociales negativos provocados por la alta inflación siguen afectando a numerosos hogares con ingresos bajos y medios. Se señala que, en la mayoría de los Estados miembros, el poder adquisitivo de los trabajadores con salarios bajos se mantuvo gracias al aumento de los salarios mínimos legales. Se indica que los Estados miembros se enfrentan a una serie de desafíos diferentes a la hora de lograr niveles salariales justos, en particular se señala que varios países, especialmente los del sur de Europa, experimentaron algunas ganancias de competitividad de costes en los últimos años, pero que su crecimiento salarial ha sido inferior a los parámetros de referencia previstos por la evolución de los factores macroeconómicos que impulsan los salarios. De nuevo se indica el aumento de la productividad como el camino para conseguir que los salarios crezcan de manera sostenible junto con la aplicación de políticas que promuevan la capacitación y el reciclaje de las personas trabajadoras, lo que permitirá mejorar las perspectivas de empleo y salariales, especialmente de las menos cualificadas. 3.- Promoción de la participación de la fuerza laboral y el empleo de las personas mayores en la UE Las tasas de participación en el mercado laboral de las personas trabajadoras de entre 55 y 64 años ha mejorado considerablemente en los últimos 15 años. Se indica una mayor retención en los puestos de trabajo, más que a un aumento en las contrataciones, como el principal factor que influye en este incremento en la tasa de empleo de los mayores. Aún así se indica que las personas mayores están subrepresentadas en el mercado laboral, especialmente aquellas con menor nivel educativo, discapacidades, mujeres mayores y personas mayores nacidas en el extranjero. Las proyecciones muestran que para 2030 habrá 8,8 millones adicionales de personas mayores económicamente activas entre 55 y 68 años en la UE. Se indica en el informe la necesidad de incentivar la integración de estas personas trabajadoras en el mercado laboral mediante cambios en los sistemas de jubilación, condiciones laborales adaptadas y negociaciones colectivas efectivas, actuaciones, todas ellas, que deberán considerar el género, la discapacidad, la salud y las tensiones laborales en ciertas ocupaciones. La Comisión Europea publica el informe “Evolución del mercado laboral y los salarios en Europa”

RkJQdWJsaXNoZXIy MTEwNTI=